
Pero La Sonrisa de Julia ya estaban por Madrid y no tenían ganas de volver a casa, así que se sacaron de la manga un pequeño pero intenso concierto en la sala Costello (www.costelloclub.com) programado para las 16:30 de la tarde (aunque, se abrieron las puertas a las 17:00, sin sorprender mucho el retraso).
La cola se hizo larga mientras lo preparaban todo, y me di cuenta de que el aforo de la sala no era nada exagerado, por lo que deduje que estaríamos algo apretados.
Pasamos y lo primero que que destaca es la decoración de la sala (la primera vez que estaba en Costello), algo simple pero llamativa, con poca decoración y cómodos sillones frente a la barra en la primera planta; una gran barra a la derecha de la segunda, paralelos a ella los baños y a los pies de la planta, el escenario (algo pequeño, pero suficiente). Del techo colgaban tuberías, altavoces, incluso cartones que le daban un toque distintivo y moderno que, junto a las paredes de ladrillo, hacían una buena combinación de elementos y creaban un ambiente fantástico.
La sala se llenó, con gente hasta en el último punto de vista.
El repertorio de canciones fue bueno y variado, tocando canciones de antiguos discos (¿Dónde está mi vida? ; Libres y Grito) y del último (Extraño ; Puedo ; ¿Hay alguien más ahí? y, cómo no, una espectacular versión de su mejor tema, Loco). Aunque eché de menos temas como Llevo tu voz, Euforía, o Luces de Neón.
La última parte del concierto el grupo estuvo acompañado al piano del hermano de Marcos y gran amigo del grupo, Curro.
Respondimos muy bien a esta grata sorpresa y nos mantuvimos en silencio, atentos a aquellas voces que sonaban tan bien juntas, y además, relatando una canción preciosa e íntima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario